Cortesía
Pedro Morán Becerra
A hora el pueblo de El Alto está con una tranquilidad en absoluto, lo cual dista de aquel aciago Lunes 6 de Octubre, día en que se generó una ola de enfrentamientos y violencia, ánimos revueltos, fricciones, balas, bombas lacrimógenas, llanto, dolor y ojos enrojecidos a causa de gases tóxicos propagados, quedando para el recuerdo como huella imborrable un panorama totalmente desalentador, muy difícil de olvidar por las horas de angustia que se vivieron; y porque lo que se dijo de paro pacífico, se tornó en una secuela de actos con exceso de pasiones y actitudes que en buen cristiano, empañaron la ocasión preparada para hacer respetar los reclamos justos por parte de sectores agremiados laboralmente, ante la empresa Petrobrás Energía Perú S.A.
Contingentes policiales salvaguardando la seguridad de la empresa brasilera Petrobrás, fuertemente armados y con bombas lacrimógenas ubicados al interior de las instalaciones, algunos de ellos resultaron heridos al ser repelidos, y un grueso de la población arrojando piedras, tratando de contrarrestar al cordón policial en el arrojo de las bombas lacrimógenas, cumplieron rol protagónico este día, pero más impacto causó, que lo convocado como paro pacifico laboral, esta faena se traslució en una participación del pueblo de El Alto, que en aproximado de 2000 personas, entre hombres, mujeres, jóvenes, niños y algunos ancianos, hicieron que el acontecimiento se enmarque en un cuantitativo, retumbante y apoteósico paro del pueblo por mejoras de calidad de vida, reclamo de un adecuado trato a la parte social, representada en el logro de una salud atendible, mejores logros y perspectivas en educación, con centros de educación superior, y en la parte laboral, salario justo acorde con la canasta familiar.
Hacía rato que se preveía un desenlace como el vivido, aquel día, donde el sol radiante de todos los días se ocultó para no ser testigo de lo que constituyó una lucha frontal para hacer prevalecer el poder del miedo y terror. El saldo, heridos y desencanto, no hubo diálogo, pero sí el intento del predominio del que puede más, nadie daba su brazo a torcer, hasta que por las horas de insistente lucha y defensa, se lograron calmar los ánimos. Había sido insistente el clamor de un diálogo a petición de las Asociaciones, Gremios y Sindicato de Construcción Civil (11 en total), para tratar cambios sustanciales con la empresa Petrobrás representada por el Ing. Pedro Grijalba, Vásquez, Gerente General de esta empresa titular del Lote X como se le conoce a esta área en explotación, en lo concerniente a un giro de política laboral para atender mejor a la masa trabajadora alteña. Y es que razones sobraban, pues también la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, había reiterado más de una vez, poner fin a la suerte de reclamos y cambio de política de responsabilidad social.
Es así, que el tiempo inexorable avanzó irremediablemente e hizo mella en la voluntad de tardíamente buscar acuerdos y consenso. Y se efectuó el paro. Estaba programado para las 00 horas del 6 de Octubre, Unas horas antes, con las coordinaciones hechas, se movilizó gran cantidad de agremiados, unas 600 personas, entre hombres y mujeres, avanzaban los minutos nocturnos, se iba sumando vigorosamente más gente, para dirigirse al ingreso a la ciudad, ante lo cual la Policía Nacional contaba con un aproximado de 80 efectivos, prestos a evitar que se logre tomar la Carretera Panamericana. No hubo tal decisión de los manifestantes, pero fue en estos momentos cuando los relojes se iban acercando exactamente al día decisivo, es que se prendió la llama del enfrentamiento, policías que intentaban desalojar, y moradores que pugnaban por seguir en pie de lucha. Al final, ni la Panamericana fue tomada, pero si los empujones y pugnas por ganar espacio entre vecinos, hombres y mujeres y la policía hizo que la fricción y los choques se profundicen. El batallar y la marcha siguió, amaneció el día, se siguió concentrando más moradores, poco a poco iban adicionándose uno tras otro, las ollas para preparar comida en un día de aventura y reclamos, eran la nota distintiva de la jornada de protesta. Es así como arrancó la odisea. Cientos de moradores, con arengas y bullas, marcharon por lugares céntricos, recorriendo la avenida principal, algunos manifestantes excedidos en cólera, propiciaron daños materiales, malogrando el cajero automático de Global Net, en la parte exterior de la empresa Skanska, parte de la red metálica igualmente quedó malograda por los manifestantes, se vivía una situación muy tensa, con gritos ensordecedores de hombres y mujeres, avivando el día de lucha por una verdadera justicia social para este pueblo eminentemente productor de petróleo, era la sazón que se impregnaba y que hacía presagiar que el sentimiento de la gente podría degenerar en abruptamente propiciar estados de ánimo incontrolables, creando un caos situacional de envergadura, y como sí lo fue, por la repercusión en que se desencadenó este llamado paro pacífico de los gremios laborales. Al final, fue un paro del pueblo alteño, con presencia de amas de casa, comerciantes, mototaxistas, jubilados, pescadores, profesores, etc.
Contingentes policiales salvaguardando la seguridad de la empresa brasilera Petrobrás, fuertemente armados y con bombas lacrimógenas ubicados al interior de las instalaciones, algunos de ellos resultaron heridos al ser repelidos, y un grueso de la población arrojando piedras, tratando de contrarrestar al cordón policial en el arrojo de las bombas lacrimógenas, cumplieron rol protagónico este día, pero más impacto causó, que lo convocado como paro pacifico laboral, esta faena se traslució en una participación del pueblo de El Alto, que en aproximado de 2000 personas, entre hombres, mujeres, jóvenes, niños y algunos ancianos, hicieron que el acontecimiento se enmarque en un cuantitativo, retumbante y apoteósico paro del pueblo por mejoras de calidad de vida, reclamo de un adecuado trato a la parte social, representada en el logro de una salud atendible, mejores logros y perspectivas en educación, con centros de educación superior, y en la parte laboral, salario justo acorde con la canasta familiar.
Hacía rato que se preveía un desenlace como el vivido, aquel día, donde el sol radiante de todos los días se ocultó para no ser testigo de lo que constituyó una lucha frontal para hacer prevalecer el poder del miedo y terror. El saldo, heridos y desencanto, no hubo diálogo, pero sí el intento del predominio del que puede más, nadie daba su brazo a torcer, hasta que por las horas de insistente lucha y defensa, se lograron calmar los ánimos. Había sido insistente el clamor de un diálogo a petición de las Asociaciones, Gremios y Sindicato de Construcción Civil (11 en total), para tratar cambios sustanciales con la empresa Petrobrás representada por el Ing. Pedro Grijalba, Vásquez, Gerente General de esta empresa titular del Lote X como se le conoce a esta área en explotación, en lo concerniente a un giro de política laboral para atender mejor a la masa trabajadora alteña. Y es que razones sobraban, pues también la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, había reiterado más de una vez, poner fin a la suerte de reclamos y cambio de política de responsabilidad social.
Es así, que el tiempo inexorable avanzó irremediablemente e hizo mella en la voluntad de tardíamente buscar acuerdos y consenso. Y se efectuó el paro. Estaba programado para las 00 horas del 6 de Octubre, Unas horas antes, con las coordinaciones hechas, se movilizó gran cantidad de agremiados, unas 600 personas, entre hombres y mujeres, avanzaban los minutos nocturnos, se iba sumando vigorosamente más gente, para dirigirse al ingreso a la ciudad, ante lo cual la Policía Nacional contaba con un aproximado de 80 efectivos, prestos a evitar que se logre tomar la Carretera Panamericana. No hubo tal decisión de los manifestantes, pero fue en estos momentos cuando los relojes se iban acercando exactamente al día decisivo, es que se prendió la llama del enfrentamiento, policías que intentaban desalojar, y moradores que pugnaban por seguir en pie de lucha. Al final, ni la Panamericana fue tomada, pero si los empujones y pugnas por ganar espacio entre vecinos, hombres y mujeres y la policía hizo que la fricción y los choques se profundicen. El batallar y la marcha siguió, amaneció el día, se siguió concentrando más moradores, poco a poco iban adicionándose uno tras otro, las ollas para preparar comida en un día de aventura y reclamos, eran la nota distintiva de la jornada de protesta. Es así como arrancó la odisea. Cientos de moradores, con arengas y bullas, marcharon por lugares céntricos, recorriendo la avenida principal, algunos manifestantes excedidos en cólera, propiciaron daños materiales, malogrando el cajero automático de Global Net, en la parte exterior de la empresa Skanska, parte de la red metálica igualmente quedó malograda por los manifestantes, se vivía una situación muy tensa, con gritos ensordecedores de hombres y mujeres, avivando el día de lucha por una verdadera justicia social para este pueblo eminentemente productor de petróleo, era la sazón que se impregnaba y que hacía presagiar que el sentimiento de la gente podría degenerar en abruptamente propiciar estados de ánimo incontrolables, creando un caos situacional de envergadura, y como sí lo fue, por la repercusión en que se desencadenó este llamado paro pacífico de los gremios laborales. Al final, fue un paro del pueblo alteño, con presencia de amas de casa, comerciantes, mototaxistas, jubilados, pescadores, profesores, etc.
PARA SABER :
el Lunes 20 de Octubre, se ha programado una audiencia pública en este distrito, con participación del pueblo en general, además de representantes de la empresa Petrobrás y del estado (Defensoría del Pueblo, Oficina Gestión Social MEM, Ministerio del Ambiente, Ministerio de Trabajo, Fiscalía Provincial etc.). También se está coordinando la llegada de Congresistas de la República.
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